Lecturas del Lunes de la 14ª semana del Tiempo Ordinario

Escrito por Catoli News



Primera lectura

Lectura de la profecía de Oseas 2,16.17b-18.21-22

Esto dice el Señor:
“Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al desierto
y le hablaré al corazón.
Ella me responderá allá,
como cuando era joven,
como el día en que salió de Egipto.
Aquel día, palabra del Señor,
ella me llamará ‘Esposo mío’,
y no me volverá a decir ‘Baal mío’.

Israel, yo te desposaré conmigo para siempre.
Nos uniremos en la justicia y la rectitud,
en el amor constante y la ternura;
yo te desposaré en la fidelidad
y entonces tú conocerás al Señor’’.

Palabra de Dios


Salmo Responsorial

Sal 144, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9

R./ El Señor es compasivo y misericordioso.

Un día tras otro, Señor, bendeciré tu nombre
y no cesará mi boca de alabarte.
Muy digno de alabanza es el Señor,
por ser su grandeza incalculable. 
R./ El Señor es compasivo y misericordioso.

Cada generación a la que sigue
anunciará tus obras y proezas.
Se hablará de tus hechos portentosos,
del glorioso esplendor de tu grandeza. 
R./ El Señor es compasivo y misericordioso.

Alabarán tus maravillosos prodigios
y contarán tus grandes acciones;
difundirán la memoria de tu inmensa bondad
y aclamarán tus victorias. 
R./ El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento para enojarse y generoso para perdonar.
Bueno es el Señor para con todos
y su amor se extiende a todas sus creaturas. 
R./ El Señor es compasivo y misericordioso.


Evangelio

Lectura del santo evangelio según San Mateo 9,18-26

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante él y le dijo: “Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir”.

Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orilla del manto, pues pensaba: “Con sólo tocar su manto, me curaré”. Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: “Hija, ten confianza; tu fe te ha curado”. Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer.

Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el tumulto de la gente y les dijo: “Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida”. Y todos se burlaron de él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La noticia se difundió por toda aquella región.

Palabra del Señor